El daño de Fuego infligido a los enemigos crea un efecto incendiario que incrementa sus probabilidades de recibir golpes críticos un 6% durante 3 segundos.
"Las armaduras candentes les chamuscaban la carne y les hervían la sangre mientras pugnaban por arrancarlas de los cuerpos en llamas. Acabar con esas criaturas indefensas fue un acto de misericordia". —Cuentos de Caldeum, Volumen XII
Nota: la información de esta página se basa en un personaje de nivel 70.